viernes, 24 de diciembre de 2010

Josef Mengele


Josef Mengele  nació el 16 de marzo de 1911 en Günzburg, cerca de Ulm, y era el hijo mayor de Karl Mengele, próspero fabricante de herramientas agrícolas. En 1935, Mengele obtuvo el doctorado en antropología física en la Universidad de Múnich. En enero de 1937, en el Instituto de Biología Hereditaria e Higiene Racial de Frankfurt, se convirtió en asistente del Dr. Otmar von Verschuer, un destacado científico muy conocido por sus investigaciones con gemelos.

En 1937, Mengele se unió al partido nazi. El año siguiente, el mismo año en que recibió su título de médico, se unió a las SS. En junio de 1940, fue reclutado en el ejército y luego se ofreció como voluntario en el servicio médico de las Waffen-SS (fuerzas armadas de las SS). Si bien la documentación es escasa y a menudo contradictoria respecto de las actividades de Mengele desde esta época hasta comienzos de 1943, es claro que, en primer lugar, se desempeñó como experto médico para la Oficina Principal de Raza y Asentamiento (Rasse- und Siedlungshauptamt o RuSHA) en el verano de 1940 en la Oficina Central de Inmigración (Einwandererstelle) Nordeste de Posen (actualmente, Poznan) y, después de ello, tuvo el cargo de oficial médico en el “Wiking” de la división de las SS (Batallón V de pioneros de las SS), con el cual participó en acciones de guerra en el frente oriental.
Mengele fue herido en campaña y regresó a Alemania en enero de 1943, donde comenzó a trabajar en el Instituto Káiser Guillermo (KWI) de Antropología, Genética Humana y Eugenesia dirigido por su antiguo mentor von Verschuer. En abril de 1943, lo ascendieron al rango de capitán de las SS. Este progreso antecedió brevemente el traslado de Mengele a Auschwitz, el 30 de mayo de 1943.

Dr. Eduard Wirths
Durante su infame cargo en el campo de concentración, Josef Mengele no fue el único médico en Auschwitz ni, como la sabiduría popular sostiene a menudo, el médico de mayor rango en el campo. Esta “distinción” pertenecía al capitán de las SS, Dr. Eduard Wirths, cuyo cargo de médico de guarnición lo responsabilizada de todos los asuntos médicos del complejo entero de campos. Mengele comenzó su carrera en Auschwitz en la primavera de 1943 como oficial médico responsable del “campo de gitanos” de Birkenau. Varias semanas después de su liquidación, asumió un nuevo cargo de jefe médico de campo de Auschwitz II (es decir, Birkenau) en noviembre de 1943, aún bajo la jurisdicción de Wirths.

Alrededor de 30 médicos trabajaban en Auschwitz durante el período en que Mengele fue asignado al campo. Como requisito de sus “rondas”, el personal médico realizaba “selecciones” de prisioneros en la rampa y determinaba, entre la masa de personas que llegaban a Auschwitz, quién sería retenido para que trabaje y quién moriría inmediatamente en las cámaras de gas. Conocido como el “ángel de la muerte" o, a veces, como el "ángel blanco" por su conducta cruel y fría en la rampa, Mengele es asociado con esta "tarea de selección" más estrechamente que cualquier otro oficial médico en Auschwitz aunque, según la mayoría de los relatos, no realizaba esta tarea más a menudo que cualquiera de sus colegas. Sin dudas, esta asociación se explica en parte con su notoriedad después de la guerra, pero la imagen omnipresente de Mengele en la rampa en tantos relatos de sobrevivientes también se relaciona con que él a menudo aparecía “fuera de servicio” en el área de selección, siempre que llegaban trenes llenos de nuevos prisioneros, en busca de gemelos.

Mengele se había interesado en el uso de gemelos para la investigación médica gracias a Verschuer, famoso por experimentar con mellizos y gemelos a fin de rastrear el origen genético de diversas enfermedades. Durante la década de los treinta, la investigación de gemelos se consideraba una herramienta ideal para estimar los factores de variantes de la herencia humana y el entorno. Mengele, con su mentor, había realizado una cantidad de protocolos de investigación lícita con gemelos como sujetos de prueba durante toda esa década. Entonces, en Auschwitz, con toda la libertad para mutilar o matar a sus sujetos, llevó a cabo una amplia gama de experimentos agónicos y a menudo letales con gemelos judíos y romaníes ("gitanos”), la mayoría de los cuales eran niños.

Tenía muchos otros intereses de investigación, los cuales incluían una fascinación por la heterocromía, una condición en la cual los iris de una persona tienen diferente color. Durante toda su estadía en Auschwitz, Mengele juntó los ojos de sus víctimas asesinadas en parte para brindar "material de investigación" a su colega Karin Magnussen, investigador de pigmentación ocular del KWI. También condujo él mismo diversos experimentos con el objeto de revelar el secreto para cambiar artificialmente el color de los ojos. De un modo menos difundido, documentó con afán, en prisioneros de los campos, el avance de la noma, una clase de gangrena que destruye las membranas mucosas de la boca y otros tejidos.

Mengele avalaba firmemente la doctrina de la teoría racial nacionalsocialista y participó en una gran variedad de experimentos dirigidos a ilustrar la falta de resistencia a diversas enfermedades entre judíos o romaníes. También intentó demostrar la “degeneración” de la sangre judía o “gitana” a través de la documentación de rarezas físicas y la recolección de muestras de tejido y partes del cuerpo. Muchos de sus “sujetos de prueba” murieron a causa de la experimentación o fueron asesinados para facilitar la autopsia.

Al igual que la mayoría de los “científicos” que trabajaban en el entorno de los campos de concentración, Mengele obtenía la ayuda de médicos capacitados entre la población de prisioneros para que realizaran las tareas más macabras o rutinarias y la autopsia de las víctimas muertas. Debemos muchos de nuestros primeros conocimientos de las actividades de Mengele en Auschwitz al Dr. Miklos Nyiszli, un prisionero médico que fue forzado a asistir a Mengele y luego publicó sus experiencias inicialmente en su idioma nativo, el húngaro, en 1946. (Su libro “Auschwitz: A Doctor's Eyewitness Account” se publicó en inglés en 1960).

Josef Mengele esperaba utilizar la “investigación” que había cosechado en Auschwitz para obtener su habilitación, una segunda tesis posdoctoral necesaria para la admisión a un cuerpo docente universitario como profesor en tierras de habla alemana. Nunca cumplió su objetivo. En cambio, en enero de 1945, cuando el ejército soviético avanzaba por el Oeste de Polonia, Mengele huyó de Auschwitz. Pasó las siguientes semanas en el campo de concentración de Gross-Rosen hasta su evacuación y luego se fue hacia el Oeste para evadir su captura por las fuerzas soviéticas.

En la posguerra inmediata, Mengele estuvo bajo la custodia de Estados Unidos. Sin embargo, sin saber que su nombre ya estaba en la lista de criminales de guerra buscados, los funcionarios estadounidenses lo liberaron rápidamente. Desde el verano de 1945 hasta la primavera de 1949, el médico, con documentos falsos, trabajó como peón de campo cerca de Rosenheim, Baviera. En esa época, su próspera familia lo ayudó a emigrar a Sudamérica. Mengele se estableció en Argentina.

Puesto que sus crímenes habían sido bien documentados ante el Tribunal Militar Internacional (IMT) y otros tribunales de posguerra, las autoridades de Alemania Occidental emitieron una orden de arresto para Mengele en 1959 y una solicitud de extradición en 1960. Alarmado por la captura de Adolf Eichmann en Buenos Aires ese mismo año, Mengele se trasladó a Paraguay y luego a Brasil y pasó los últimos años de su vida cerca de San Pablo. Con su salud cada vez peor, sufrió un accidente cerebrovascular mientras nadaba en un centro vacacional cerca de Bertioga, Brasil, el 7 de febrero de 1979 y se ahogó. Lo enterraron en un suburbio de San Pablo con el nombre ficticio “Wolfgang Gerhard”.


En 1985, la policía alemana, trabajando con pruebas que había confiscado recientemente de un amigo de la familia Mengele en Günzburg, localizó su tumba y exhumó su cuerpo. Luego, expertos forenses brasileños identificaron que los restos eran de Josef Mengele. En 1992, pruebas sobre el ADN confirmaron esta conclusión. Mengele había eludido a sus captores durante 34 años.








Mengele El Angel de la Muerte




Mengele La version definitiva






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