lunes, 20 de diciembre de 2010

LA CAIDA DE BILBAO

El 22 de marzo de 1937 el general Franco desistió definitivamente en su empeño de conquistar Madrid. La prioridad pasaría ahora al ejército del norte al mando del general Mola, que aspiraba a la conquista de la zona republicana. Para conseguirlo se apoyaba en su división de elite, la división Navarra. Al mismo tiempo recibía la ayuda de la brigada de “Flechas Negras”. El dominio aéreo fue garantizado por aviones italianos y alemanes y el bloqueo por mar por la escuadra nacional.

Bombardeo de Durango

El 31 de marzo se inició la ofensiva. El ejército republicano del norte estaba al mando del general Llano de la Encomienda.

En el primer frente a defender, el del País Vasco, los republicanos contaban con alrededor de 30.000 "gudaris" (nacionalistas vascos) y una mezcla de socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos. Ese día bombarderos alemanes iniciaron el bombardeo del pueblo de Durango. Durango fue la primera población indefensa bombardeada de Europa, este hecho permanece prácticamente en el olvido porque tan sólo unos días después Guernica acapararía toda la atención internacional. Mola impuso una primera detención en su ofensiva pero el 20 de abril reanudó el avance. Para el día 26 el avance nacional se había llevado a cabo de manera regular, la defensa republicana estaba al borde del colapso y entonces llegaron noticias de Guernica.
Ahora los vascos habían retrocedido hasta las defensas exteriores de Bilbao.

Ante ella se extendía el famoso “cinturón de hierro”, una cadena de fortificaciones de hormigón armado que teóricamente, debían frenar la ofensiva nacional del general Mola. Pero el “cinturón” no podía defenderse por sí solo de los ataques aéreos de una aviación enemiga sin oposición. Además uno de los principales oficiales que habían participado en la construcción del “cinturón”, el comandante Alejandro Goicoechea, se había pasado al bando nacional llevándose los planos de la fortificación. Éstos reflejaban que la obra no estaba completada y así los nacionales pudieron iniciar el ataque por los puntos más débiles y peor defendidos.

Pero antes de que ocurriera el drama de la caída de Bilbao los nacionales sufrieron la pérdida del general Mola ocurrida el 3 de junio. El avión que lo transportaba se estrelló en un cerro cerca de Burgos presumiblemente por la niebla y la escasa visibilidad. El general Fidel Dávila sucedió a éste en el mando del ejército del norte, Franco no pareció emocionarse en exceso por la muerte de Mola, probablemente sabía que había sido eliminado un posible rival que podía frenar su poder absoluto. Al mismo tiempo los republicanos sustituyeron a Llano de la Encomienda por el general Gamir Ulibarri.

Bombardeo de Bilbao

El 11 de junio se reanudaron los combates. Al anochecer de ese día las brigadas navarras alcanzaron el celebre "cinturón". El 12, tras un fuerte bombardeo aéreo y artillero, las líneas vascas se rompieron y se inició la desbandada, el 13 de junio se encontraban en Bilbao con la moral al mínimo después de la caída del "cinturón". El gobierno vasco decidió la evacuación de la población civil. El 17 de junio los nacionales llegaron a Bilbao y se inició un fuerte bombardeo artillero sobre la capital. El 18 los vascos decidieron que era imposible la defensa y empezaron su evacuación. A mediodía del día 19 los tanques nacionales convergieron sobre el centro de Bilbao y lo encontraron vacío. La República de Euskadi había caído.

La caída de Bilbao supuso una gran polémica religiosa. Efectivamente Euskadi había sido el único territorio en poder de la República donde se había respetado a la Iglesia. La República había además reconocido el derecho a la autonomía de la región, por eso los sacerdotes vascos prefirieron apoyar durante la guerra a una república anticlerical antes que a un bando nacional. Pero tras la caída de Euskadi los obispos españoles encabezados por el cardenal Isidro Gomá escribieron una carta conjunta "a los obispos de todo el mundo" en la que comentaban que la causa del bando nacional era una causa teológicamente justa. Los obispos vascos se negaron a firmar el escrito y pidieron ayuda al Papa pero éste prefirió apoyar a los obispos partidarios de Franco y el Vaticano reconoció a su gobierno tras la caída de Bilbao.







Carro de combate "Bilbao" de fabricacion en Sestao













La caída de Bilbao




Del bombardeo de Durango al bombardeo de Gernika





La iglesia en Euskadi


Campos de concentración franceses




Refugiados vascos en Catalunya



Cinturón de hierro de Bilbao 1/2





El Estatuto de Autonomía y el primer Gobierno Vasco

















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