martes, 4 de enero de 2011

Benito Mussolini

Benito Mussolini  nació en Dovia di Predappio, en la provincia de Forlí, región de Emilia-Romaña el 29 de julio de 1883. Su padre, Alessandro, era herrero; su madre, Rosa Maltoni, era una maestra que creía firmemente en la importancia de la educación. El nombre «Benito Amilcare Andrea» fue decidido por su padre.que era socialista de la extrema ala anarquista, pues deseaba rendir homenaje a la memoria de Benito Juárez, héroe reformista y ex presidente de México, de Amilcare Cipriani, patriota italiano y socialista, y de Andrea Costa, primer diputado socialista elegido en el parlamento italiano.

Recibió la enseñanza básica en Dovia y luego en Predappio (desde 1889 hasta 1891). Luego ingresó al colegio salesiano de Faenza pero fue expulsado por una pelea con un compañero. Prosiguió los estudios en el colegio Carducci de Forlimpopoli donde obtuvo en septiembre de 1898 la licencia técnica inferior. A partir de octubre de ese año, por una pelea que tuvo con otro compañero, se le obliga a asistir como alumno externo (hasta el año 1901).


El 9 de julio de 1902, tras concluir el año escolástico, se trasladó a Lausana donde se inscribió en el sindicato de albañiles y obreros. Luego es nombrado secretario y publica su primer artículo en el periódico L'Avvenire del lavoratore.

Suiza

Desde noviembre vive en Suiza, tras huir de Italia para librarse del servicio militar obligatorio, peregrinando de ciudad en ciudad y desarrollando trabajos temporales. Fue expulsado dos veces del país: el 18 de junio de 1903 fue arrestado por agitador socialista y permaneció detenido en la cárcel durante 12 días. Luego fue expulsado el 30 de junio; el 9 de abril de 1904 fue encarcelado por 7 días en Bellinzona por haber falsificado su permiso de permanencia (soggiorno). Vence las dificultades gracias al auxilio de algunos socialistas y anárquicos del Cantón Ticino.

EL RETORNO

En noviembre de 1904, tras la amnistía que se dio a quienes habían huido del servicio militar obligatorio con motivo del nacimiento del heredero del rey, Mussolini volvió a Italia.

Fue al servicio militar y se le asignó al Décimo Regimiento bersaglieri de Verona obteniendo una declaración de buena conducta por su comportamiento. En enero de 1905 murió su madre. Licenciado del ejército, Mussolini volvió a Dovia de Predappio el 4 de septiembre de 1906 y fue profesor suplente en Tolmezzo desde el 15 de noviembre hasta el final del año escolástico.

A fines de 1914 Mussolini presentó su renuncia al Avanti!. La división entre Mussolini y el Partido socialista se acrecentó con la proclama de neutralidad del PSI tras la entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial en mayo de 1915.

En noviembre del mismo año Mussolini fundó el periódico Il Popolo d’Italia, de tendencia ultranacionalista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista Italiano.

En el ejército en la Primera Guerra Mundial

Cuando Italia entró en la Primera Guerra Mundial al lado de la Entente, Mussolini manifestó su completo apoyo al esfuerzo bélico italiano y se presentó como voluntario en el ejército; así, en agosto de 1915 fue asignado a la División 11° y el 2 de septiembre partió al frente. Escribió un diario de guerra donde narra su vida en las trincheras y se ve a sí mismo como héroe carismático de una comunidad nacional, guerrera, socialmente jerárquica y obediente.

En marzo del año siguiente Mussolini fue promovido a cabo por méritos de guerra. En su informe militar se lee: «Actividad ejemplar, batallador, serenidad de mente, no toma en cuenta los desalientos, celoso, regular en el cumplimiento del deber, primero en cualquier empresa que requiera trabajo y arrojo». El 23 de febrero de 1917 fue herido al estallar un mortero durante un ejercicio. Fue inmediatamente dado de baja. Aunque algunos han sostenido que el motivo de su baja haya sido alguna enfermedad infecciosa, la presencia de tales patologías no ha sido comprobada con los datos que emergieron de la autopsia que le fue practicada. En este año, y según se ha descubierto, trabajó de espía para los servicios secretos británicos.

El 2 de agosto de 1922, las izquierdas promueven una huelga general contra las violencias de los camisas negras, que intervienen produciendo el fracaso de la iniciativa. Entretanto, los primeros días de septiembre, las escuadras fascistas ocupan los municipios de Ancona (Milán), Génova, Livorno, Parma, Bolzano y Trento, obteniendo el control de éstos tras violentos episodios armados.

Se trata del inicio de la «revolución fascista», con la que Mussolini intenta un ambicioso golpe de mano para adueñarse del poder, aprovechándose del consenso adquirido ante los ambientes sociales más importantes del reino, que combinaban el miedo a los socialistas y comunistas, junto con la convicción que Mussolini y sus fascistas aceptarían sujetarse a las viejas reglas de la monarquía parlamentaria. El 24 de octubre Mussolini se encontraba ya en Nápoles con 40 000 camisas negras allí reunidos, afirmando públicamente el derecho del fascismo a gobernar el país.

La impotencia del gobierno para hacer frente a la situación en que se encontraba el país y la disolución del Parlamento allanaron el camino para la denominada Marcha sobre Roma, acontecida el 28 de octubre de 1922. La entrada triunfal de los camisas negras en la capital italiana no encontró ninguna oposición, quedando el gobierno imposibilitado para intervenir por la oposición del Rey Víctor Manuel III, quien se negó a firmar el decreto de Estado de Asedio propuesto por el Jefe del Gobierno Ivanoe Bonomi, imposibilitando así cualquier oposición armada por parte del ejército. Como consecuencia, el Rey encargó formar un nuevo gobierno a Mussolini, pese a que éste no contara con una mayoría en parlamento, el 30 de octubre de 1922.

Atentados contra Mussolini

Ya el día de la «Marcha sobre Roma», Mussolini arriesgó su vida: en Milán un camisa negra tropezó y apretó por error el gatillo de su fusil: la bala rozó su oreja. Tras ser nombrado presidente del consejo, Mussolini fue objeto de una serie de atentados.

El primero fue ideado el 4 de noviembre de 1925 por el diputado socialista y adherente a la masonería Tito Zaniboni, quien se colocó con un fusil en la ventana de una habitación del hotel Dragoni, frente al balcón del palacio Chigi donde estaba previsto que Mussolini se presentara con motivo del aniversario de la victoria. Algunos hombres del OVRA llegaron antes y arrestaron a Zaniboni.

La mañana del 7 de abril de 1926 Mussolini salió del palacio del Campidoglio, donde inauguró un congreso sobre cirugía; Violet Gibson, una mujer irlandesa de 50 años, le disparó con su pistola. Mussolini quedó con heridas no graves en la nariz. Atendido con un vistoso parche, se permitió comentar: «Las balas pasan, pero Mussolini permanece».

El tercer atentado fue obra de Gino Lucetti, un joven anarquista de Carrara que combatió con los Arditi y que luego, agredido por los fascistas, emigró a Marsella. El 11 de septiembre de 1926 esperaba que Mussolini saliera de su habitación y le arrojó una bomba de mano que golpeó el techo de su coche cayendo luego a tierra y explotando: ocho personas quedaron heridas. En el interrogatorio posterior, confesó que quería vengar las masacres cometidas por los camisas negras en Turín en diciembre de 1922.

El cuarto atentado es el más misterioso. La tarde del 31 de octubre de 1926 en Bolonia, Mussolini inauguró el nuevo estadio il Littoriale en el ámbito de la conmemoración de la marcha sobre Roma; mientras se dirige —con el coche descapotable— a la estación, una bala le pasa por encima del zapato. El coche prosigue y los camisas negras se abalanzan sobre el agresor y lo linchan: el cadáver muestra 14 puñaladas, un balazo de revólver y huellas de estrangulamiento. Era Anteo Zamboni, un joven de quince años de familia anarquista. Según algunas reconstrucciones recientes, el atentado era el resultado de una conspiración madurada dentro de los propios ambientes fascistas de Emilia-Romagna (sospechosos fueron Farinacci, Balbo, Arpinati y Federzoni), que eran contrarios a la «normalización» inaugurada por Mussolini, quien desde su ascenso al poder supremo era hostil a continuar con los excesos revolucionarios y las violencias de las formaciones de camisas negras.

El atentado de Bolonia fue el pretexto para las leyes fascistísimas de noviembre de 1931: anulación de los pasaportes, sanciones contra los emigrantes clandestinos, supresión de los periódicos antifascistas, disolución de los partidos opositores, institución de la «cárcel domiciliaria», creación de una policía secreta (que fue confiada a Arturo Bocchini y tomará el nombre de OVRA), declaración de decadencia del mandato parlamentario contra 120 diputados, institución de la pena de muerte para quien cometa un atentado contra la vida, la integridad o la libertad personal del rey, de la reina, del príncipe heredero y del presidente del consejo, institución del Tribunal especial, que entra inmediatamente en acción contra la «central comunista» (formada por Gramsci, Terracini y otros).

El 18 de noviembre Italia es castigada con sanciones económicas impuestas por la Sociedad de las Naciones — sanciones aprobadas por 52 estados con los votos contrarios de Austria, Hungría y Albania. El gobierno responde con la promoción de programas económicos autárquicos. Las sanciones resultan ineficaces, ya que numerosos países, aunque las votaron oficialmente, mantienen sus buenas relaciones con Italia y le siguen ofreciendo materias primas. La Alemania Nazi es uno de ellos y la guerra de Etiopía representa el inicio del acercamiento entre Mussolini y Hitler.

Papel en la Segunda Guerra Mundial

El 22 de mayo de 1939 Galeazzo Ciano, ministro del exterior italiano, firma el Pacto de Acero con Alemania, que muestra oficialmente el nacimiento de una alianza vinculante ítalo-alemana.

Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba, Mussolini anunció su intención de anexionar Malta, Córcega y Túnez. Habló de la creación de un «Nuevo Imperio Romano», que se extendiera desde el este de Palestina hasta el sur a través de Libia y Egipto y hasta Kenia.

El 25 de octubre de 1940, Mussolini envió un contingente expedicionario de la Regia Aeronautica a Bélgica, con el fin de tomar parte en la Batalla de Inglaterra. La flota mixta italiana de cazas y bombarderos tuvo un éxito limitado, por lo cual fue retirada a principios de 1941.[27]

La invasión de Grecia terminó en desastre: el invierno y el territorio montañoso obstaculizaron cualquier intento de avance, ya que el equipo militar italiano era completamente inadecuado. El ejército griego –reforzado por más de 70,000 militares ingleses– se mostró más aguerrido y organizado de lo previsto, siendo determinante el apoyo aéreo y marítimo inglés. Así, el ejército italiano tuvo que replegarse a territorio albanés y desde ahí detener la contraofensiva griega. La previsión italiana era la de una campaña corta y una rápida capitulación griega, pues el ejército no estaba preparado para una guerra larga.La inesperada resistencia griega estuvo a punto de hacerle perder el control de Albania y supuso la humillación de Mussolini ante Hitler, al que llegó a solicitar ayuda para estabilizar el frente.

El arresto

El 19 de julio el Duce mantiene una última conversación con Hitler en Feltre. Durante el encuentro, Roma fue bombardeada por los aliados.

El 24 de julio se reúne el Gran Consejo del Fascismo. Se solicita la desautorización de Mussolini de todos sus encargos de gobierno. La votación, aunque significativa, no tenía de iure ningún valor, ya que por ley, el primer ministro era responsable de sus actos sólo ante el rey, quien era el único que podía destituirlo.

Mussolini, tras pasar a su oficina en el Palacio Venezia como hacía normalmente, solicitó al rey si podía anticipar su conversación semanal que estaba prevista para el día siguiente. Víctor Manuel III lo recibe a las 5 de la tarde y le comunica su sustitución por Pietro Badoglio y le garantiza su inmunidad. Sin embargo, el Duce no sabía de las intenciones del monarca que le había puesto escolta y había hecho rodear el edificio de gobierno por 200 carabineros.

Los carabineros condujeron a Mussolini en un coche ambulancia de la Cruz Roja, sin especificarle el destino y asegurándole que lo hacían por su propia seguridad. En realidad, Víctor Manuel III había mandado arrestar a Mussolini, con el fin de salvar su propia dinastía, que peligraba al estar demasiado comprometida con el fascismo.

El anuncio de un armisticio con los aliados, firmado el 8 de septiembre sumerge al país en una guerra civil. El rey y su familia, Badoglio y sus principales colaboradores huyen a Apulia poniéndose bajo la protección de los aliados. Forman gobierno y declara la guerra a Alemania el 13 de octubre. Mientras tanto las fuerzas de la Wehrmacht entran masivamente en Italia y contanctan con las divisiones alemanas ya estacionadas allí, juntas toman el control de las principales ciudades en pocos días y desarman a las tropas italianas, hallando poca resistencia.

Mussolini fue trasladado a la isla La Maddalena frente al litoral toscano y luego al hotel Campo Imperatore en los Apeninos del Gran Sasso. El 12 de septiembre es liberado por un comando alemán de paracaidistas al mando de Otto Skorzeny y trasladado a Alemania, donde se encontraba Hitler. Este lo invita a formar una república protegida por los alemanes. El 18 de septiembre, Mussolini anuncia por radio la reconstitución del partido fascista, con la nueva denominación de Partido Fascista Republicano.

Vuelve a Italia el 23 de septiembre y constituye un nuevo gobierno cuyos integrantes ya habían sido designados por los alemanes, que se reúne por primera vez el 27 de septiembre en Rocca delle Carminate

El 21 de abril, el Duce se encuentra con Hitler en Klessheim y el 15 de julio se traslada a Alemania para pasar revista a las cuatro divisiones italianas que los oficiales alemanes han estado entrenando. El 20 de julio se encuentra con Hitler por última vez, poco después del Atentado del 20 de julio de 1944 que sufriera éste.

Mussolini se trasladó nuevamente a Saló, donde vivía protegido por unos guardias de la SS, y con poco contacto con otros jerarcas. Luego acudió a Milán, en donde el 16 de diciembre de 1944, en un acto celebrado en el Teatro Lírico, pronunció su último discurso público, a veces mencionado como "discurso de la rebelión". Al hacerse evidente la derrota alemana en marzo de 1945, Mussolini intentó un acuerdo con los partisanos o con los Aliados para una capitulación condicionada, pero fracasó en sus esfuerzos; cuando el 25 de abril de 1945 estalló una revuelta partisana generalizada, combinada con una ofensiva general de los Aliados, Mussolini salió de Milán y se dirigió luego a Como, Menaggio en un intento de escapar a Suiza disfrazado de soldado en un convoy alemán. El convoy fue detenido en Dongo por un grupo de partisanos de la Brigada Garibaldi quienes permitieron la retirada de los alemanes pero exigieron que los miembros italianos del convoy no siguieran su camino; estos partisanos reconocieron a Mussolini entre los soldados y lo arrestaron de inmediato.

Clara petacci
La muerte de Mussolini

La decisión de ajusticiar a Mussolini fue tomada en el transcurso de pocas horas, en un contexto en el que era muy difícil para los partisanos comunicarse con Roma y reunir de inmediato al Comité de Liberación Nacional (CLN). Los partisanos que habían conducido la operación de captura sólo alcanzaron a informar al comando de Milán, que envió inmediatamente a un grupo de partisanos y algunos emisarios políticos como Aldo Lampredi, Pietro Vergani y el militante comunista Walter Audisio, conocido como "Coronel Valerio", este último venía con las instrucciones de dar una muerte violenta a Mussolini.

Según versiones posteriores que se hicieron oficiales, se autorizó a Clara Petacci el reunirse con Mussolini en Dongo. Fueron despertados, llevados en un vehículo por unas curvas sinuosas cerca del Lago Como y bajados a las puertas de una villa campestre en Giulino di Mezzegra. Una vez bajados de los vehículos, Audisio leyó una breve sentencia en nombre del pueblo italiano y a continuación levantó su ametralladora para dar muerte a Mussolini, pero su amante Clara Petacci intentó interponerse y Audisio la conminó a retirarse. La ametralladora se encasquilló y Audisio sacó inmediatamente su pistola, pero nuevamente Petacci se interpuso entre el ejecutor y su víctima. La pistola no funcionó y Audisio, en un acto de nerviosismo, pidió otra ametralladora a uno de sus acompañantes, esta vez se escapó del arma una ráfaga que alcanzó a Clara Petacci y la mató en ese instante, la misma ráfaga alcanzó a Mussolini quien cayó al suelo agonizante y fue ultimado por un partisano de un certero balazo en el corazón.

La ejecución se realizó el 28 de abril de 1945; según la versión oficial, Mussolini fue fusilado, junto a Clara Petacci, en Giulino di Mezzegra, cerca de Dongo. El método casi secreto y expeditivo de la ejecución fue decidido por la presunta intención de los Aliados de capturar vivo a Mussolini y procesarlo ante un tribunal internacional (con la posibilidad que fuese condenado a una pena menor o absuelto), mientras muchos partisanos exigían por el contrario que se aplicase pena de muerte al Duce tal como había sido decretada por el CLN italiano.

Los cadáveres fueron trasladados en la tarde del mismo 28 de abril en un camión a Milán, en el trayecto no se permitió a nadie acercarse a los cuerpos y éstos fueron dejados el día 29 en la Plaza Loreto de esa ciudad. Allí fueron sometidos a toda clase de ultrajes por la muchedumbre. El servicio de policía compuesto por partisanos y bomberos, colgó luego los cadáveres cabeza abajo en una gasolinera de la plaza.[28] Esto se hizo para confirmar públicamente su muerte, y como gesto de humillación y venganza partisana, ya que en ese mismo lugar se habían colgado meses atrás los cadáveres de unos partisanos. El cadáver de Mussolini fue desfigurado a golpes a tal extremo que su rostro resultó casi irreconocible, algo menos ocurrió con Petacci. Aún muertos fueron objeto de crueles burlas e incluso fueron colocados uno al lado del otro para ser fotografiados en la morgue. Horas más tarde los líderes locales del CLN decidieron cesar la exhibición y retirar los cuerpos, éstos fueron colocados en cajones de madera con paja en su interior y retirados para sepultarse en tumbas anónimas.



Poco después del final de la guerra, los restos de Mussolini fueron robados del cementerio de Musocco por obra de un grupo de fascistas autodenominados «SAM-Squadre d'Azione Mussolini» y capitaneados por Domenico Leccisi. El cuerpo de Mussolini estuvo desaparecido varios meses. Después de la restitución a la familia, su cadáver fue trasladado a la capilla de Predappio.

El mismo 29 de abril Adolf Hitler se enteró detalladamente de lo ocurrido con Mussolini y su amante e hizo los arreglos para que no sucediera lo mismo con su cuerpo después de fallecer, en consecuencia mandó que su cadáver y el de Eva Braun fuesen posteriormente quemados




BENITO MUSSOLINI - DECLARACION DE GUERRA A LOS ALIADOS


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