No existían antecedentes musicales en su familia, por lo que su interés por este arte surgió a partir de la escucha de las célebres bandas de Nueva Orleans, que desfilaban habitualmente por las avenidas de la ciudad.
Aprendió, en primer lugar, a tocar la corneta en la banda de la Nueva Orleans Home for Colored Waifs, un reformatorio para niños de color abandonados a donde había sido enviado en varias ocasiones por delitos menores, como por ejemplo el haber disparado al aire durante una Nochevieja. Allí, aconsejado por el director del reformatorio, Joseph Jones, y el profesor Peter Davis, optó por la trompeta entre otros instrumentos.
En 1914, tras su salida del reformatorio, trabajó como vendedor de carbón, repartidor de leche, estibador de barcos bananeros y otros empleos del mismo tipo. Empezó también a trabajar en los cabarets de Storyville, donde estaban concentrados todos los locales nocturnos de la ciudad; allí conoce al cornetista Joe King Oliver, quien fue su mentor y casi una figura paternal para él.
Al tiempo, seguía con atención todos los desfiles de las bandas de música habituales en la ciudad y escuchaba a los músicos veteranos cuantas veces podía, aprendiendo de Bunk Johnson, Buddy Petit y, sobre todo, de Joe King Oliver.
Entre 1918 y 1919, ya con una bien ganada reputación como cornetista, fue contratado por el director de orquesta Kid Ory, gracias a una recomendación de Joe King Oliver, que había dejado el puesto de cornetista. Louis llegó por este camino a tocar en algunas de esas orquestas de Nueva Orleans, incluyendo aquellas que viajaban por los ríos, como por ejemplo la renombrada orquesta de Fate Marable, que realizó una gira en un buque de vapor a lo largo de todo el Misisipi. El propio Armstrong describiría esta época con Marable como «su estancia en la universidad», ya que le proporcionó una enorme experiencia en el trabajo con arreglos escritos. Cuando Joe Oliver abandonó la ciudad en 1919, Armstrong ocupó el lugar de Oliver en la banda de Kid Ory, por entonces el grupo de swing más importante de la ciudad.
Comienzos de su carrera musical
En 1922, Armstrong se unió al éxodo generalizado de músicos que se produjo hacia Chicago, a donde había sido invitado por Joe King Oliver para incorporarse a su Creole Jazz Band como segundo cornetista. La orquesta de Oliver era, a comienzos de los años veinte, la mejor y la más influyente agrupación de swing de Chicago, en una época en que la ciudad era el centro del jazz; fue en este momento cuando la popularidad de Armstrong empezó a incrementarse de forma exponencial.
En febrero de 1924 se casó con Lillian Hardin, pianista de Oliver, quien lo animó a abandonar a este para alcanzar mayores metas artísticas. Así, se separó amistosamente de Oliver y, tras trabajar brevemente con Ollie Powers, se marchó a Nueva York.
Su fama llegó rápidamente a oídos del mejor director de orquesta negro del momento, Fletcher Henderson, quien le ofreció un contrato para que se uniese a su banda, la Fletcher Henderson Orchestra, la principal banda afroamericana de la época. Armstrong se cambió a la trompeta para armonizar mejor con los otros músicos de su sección orquestal y debutó con ella el 29 de septiembre de 1924 en el Roseland Ballroom de Nueva York.
Durante este periodo, hizo también muchas grabaciones de forma independiente con los arreglos de un viejo amigo de Nueva Orleans, el pianista Clarence Williams, como por ejemplo unos dúos con su «rival» musical Sidney Bechet y una serie de acompañamientos con los Blues Singers.
En 1925 regresó a Chicago para unirse a la orquesta de Lil en el Dreamland Ballroom; empezó a grabar bajo su propio nombre para el sello OKeh acompañando a dos formaciones creadas por él llamadas Hot Five y Hot Seven, produciendo éxitos como «Potato Head Blues», «Muggles» (una referencia a la marihuana, la cual tendía a consumir desde siempre) y «West End Blues».
Armstrong regresó a Nueva York en 1929, luego se trasladó a Los Ángeles en 1930 y después realizó una gira por Europa a partir de 1932 (regresaría dos años después, en 1934), consiguiendo un espectacular éxito en París. La aparición de Joe Glaser en 1935 como su representante y la contratación de la orquesta de Louis Russell como formación de apoyo de Armstrong, establecieron el curso de los acontecimientos durante el resto de la década, en la que Armstrong pasó de ser una simple figura del jazz a un destacado miembro de la industria del entretenimiento en general.
En 1940, Glaser rompió su relación comercial con la big band de Russell y contrató a nuevos músicos: esta unidad fue el principal apoyo con el que contó Armstrong hasta 1947. El cambio de aquel año fue presagiado por la grabación de la banda sonora de la película Nueva Orleans, en la que aparecía Louis, y en la que se interpretaban obras del repertorio clásico del jazz a cargo de un pequeño grupo.
Tras pasar muchos años de gira, se asentó permanentemente en Queens, Nueva York, en 1943. Aunque no ajeno a las vicisitudes del Tin Pan Alley y del negocio musical controlado por gánsteres, Louis continuó desarrollando su técnica y su carrera musical.
Durante los siguientes treinta años, Armstrong llegó a actuar una media de trescientas veces por año. En los años cuarenta, las big bands entraron en decadencia debido a los cambios en el gusto del público: muchas salas de baile cerraron y entre los nuevos medios de comunicación como la televisión y el auge de nuevos tipos de música, las big bands y el swing pasaron a un segundo lugar. Se hizo imposible mantener y financiar orquestas itinerantes de 16 músicos.
The All Stars
Hacia 1947, Armstrong redujo su banda a seis instrumentos, volviendo así al estilo Dixieland que lo había hecho famoso al principio de su carrera. Este grupo fue llamado All Stars y estaba formado por Armstrong (voz y trompeta), Jack Teagarden (trombón), Barney Bigard (clarinete), Earl Hines (piano), Big Sid Catlett (batería) y Arvell Shaw (contrabajo). Con ellos, Louis Armstrong se presentó el 13 de agosto de 1947 en el club Billy Berg's de Los Ángeles. Por la agrupación pasaron otros músicos en diferentes etapas: Trummy Young (quien tocó con Dizzy Gillespie desde 1944), Marty Napoleon, Billy Kille, Edmond Hall, Danny Barcelona, Tyree Glenn y Barrett Deems. Durante este periodo, realizó muchas grabaciones y apareció en alrededor de treinta películas.
En 1964, Armstrong grabó el que sería su tema más vendido: «Hello, Dolly». La canción obtuvo el puesto número uno en las listas de Estados Unidos, superando al grupo inglés The Beatles. Armstrong también obtuvo por el disco un premio Grammy al Mejor Cantante masculino y fue nominado a Mejor Disco del año. En este álbum se encuentra, también, otro tema clásico de Armstrong: «Jeepers Creepers».
Old Man Mose
The Sheik of Araby
Snake Rag
St. James Infirmary
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